Quizás esta entrada vaya a ser la entrada más larga de todas las que haya hecho desde que abrí el blog, pero es que este capt tiene mucha miga.
Que nadie se piense que cuando inserto un captcha es porque sí, porque tocaba. Desde que creé este espacio, cada captura que he metido en el blog, ha tenido su significado.
No estoy bien, no puedo negarlo, ahora mismo estoy en contra del captcha encontrado.
Hace unos meses sufrí un accidente, me caí desde tres metros de altura mientras rodaba un cortometraje. Estuve ingresada (con un píe mas pa´lla que pa´ca). Una recuperación dolorosa, muy pero que muy dolorosa, rota de un dolor constante.
Y ahora esto.
A mis 35 años es posible que tenga parkinson, precoz como lo dicen los médicos, pero eso no cambia la cosa, sigue igual de jodida la noticia.
¡Qué desgracia la mía! ¡Ahora que estaba feliz y que todo me estaba yendo fenomenal! Que tengo trabajo en el planetario y que compagino mi vida con el vicio de crear cortometrajes. Es cierto que todo esto se paró tras la caída, pero ya medianamente recuperada, he vuelto a grabar cortometrajes y a meterme en la cúpula de estrellas.
No pido a los lectores de este espacio que me entiendan, es más, ni lo deseo, estoy descargando mi tensión, mi rabia acumulada a golpetazos.
Desde que me han comentado que puede ser Parkinson no me atrevo a coger la cámara desde que lo he sabido, lo confieso ¡Y ya no digamos en mi trabajo! Qué me ruborizo cada vez que tengo que explicar las constelaciones con el puntero. Es raro el día que cuando apunto una constelación, la mano se me va y apunto otra cosa, como ayer mismo por ejemplo, que cuando estaba apuntando a la estrella Arturo empecé a temblar y la mano se me disparó hasta Virgo.
Ahora estoy a la espera de una nueva citación. Se me partiría el alma si al final se corroborara este presagio.
Y volviendo al capt,... no estoy bien, lo admito, lo confieso.
¡Puñetero captcha de las narices!
